La cirugía digital implica la aplicación de las más modernas tecnologías de computación en una de las especialidades más complejas y, a la vez, más apreciadas por los pacientes. Por eso sus avances son tan provechosos para la calidad de vida de las sociedades.
Ten en cuenta que la cirugía es una de las ramas más sensibles de las medicina, dado que conlleva abrir el cuerpo, con todos los inconvenientes para la salud que estas intervenciones significan. Sin embargo, esos riesgos se toman para conseguir beneficios. Así que la aportación digital a las operaciones quirúrgicas tiene dos efectos combinados: minimiza los riesgos e incrementa las posibilidades de éxito.
De la cirugía fundacional a la cirugía digital
La evolución de la práctica quirúrgica puede ser homologable, en términos de modernización, a la de nuestras sociedades. No obstante, podemos considerar que la experimentada en esta especialidad ha resultado más concentrada que la social, que ha tenido unas fases más progresivas.
Si la industria mundial se ha beneficiado de tres revoluciones industriales anteriores hasta llegar a la que ya definimos como 4.0, podemos señalar que la cirugía ha comprimido estas etapas en los últimos cincuenta años. Recuerda que sus técnicas empezaron a utilizarse poco antes de mediados del siglo XIX. En concreto, la primera se realizó en Boston, en 1846. Destacamos, como pionero de esta especialidad médica, a William Stewart Halsted.
Por otro lado, la enseñanza de dichas técnicas era más similar a la de un oficio que a la de una ciencia. Se trataba de que los aprendices observaran cómo las hacían los especialistas. Sin embargo, estos métodos primarios iban a cambiar con la introducción de los primeros avances tecnológicos.
De la cirugía mínimamente invasiva a la robótica médica
La cirugía digital, que es la etapa de desarrollo en la que esta especialidad se encuentra, está integrada por las diferentes mejoras tecnológicas que se han ido introduciendo progresivamente en el mundo de la medicina. No obstante, pese a que quizás fuera una de las ramas que más las necesitara (por la complejidad de las operaciones a llevar cabo), su inclusión ha sido, en comparación con otras en las que se aplicaron antes, más tardía y no ha estado exenta de reacciones y tensiones por parte de las generaciones anteriores de cirujanos. Unas generaciones que, en cierto modo, han mostrado una cierta resistencia a ser más o menos desplazadas por las nuevas posibilidades que ofrecen los avances tecnológicos.
Por lo tanto, podemos confirmar que la inclusión de ciertas innovaciones ha sido más lenta que la transformación digital del sector. En este sentido, han influido los reparos que provocan unas intervenciones tan sensibles, en las que se tocan órganos vitales y el factor humano, la actuación del cirujano, es providencial.
Pero, básicamente, la tecnología contribuye a reducir ese margen de error susceptible a todo ser humano. Su introducción ha constado de dos fases principales : Interés por lo que conocemos como cirugía mínimamente invasiva y, en segundo lugar, de la paulatina aplicación de la robótica médica. En España contamos con un referente en estos campos, como el doctor del Hospital Clínic de Barcelona Antonio de Lacy. Aconsejamos informarse acerca del pasado, presente y futuro de la cirugía mediante sus artículos.
Conoce las aplicaciones específicas de la cirugía digital
En cuanto a la primera de ellas, se trata de ofrecer al cirujano la posibilidad de realizar los menores daños en el cuerpo cuando realiza sus intervenciones. No olvidemos que las cirugías siempre implican una agresión al organismo, la cual consiste en abrir tejidos y realizar cortes y extirpaciones en ellos. Para minimizar estos problemas, las laparoscopias permiten visualizar con más claridad el interior del cuerpo, lo que facilitará las labores de los cirujanos. Estas medidas han resultado muy útiles, por ejemplo, para la curación del cáncer de colón. La posibilidad de evitar las incisiones y llevar a cabo las operaciones partiendo de los orificios naturales del cuerpo supone una ventaja sustancial.
Asimismo, las nuevas técnicas de monitorización y conexión de datos van a favorecer que fluya la información en tiempo real entre cirujanos y también entre los trabajadores del quirófano y otros empleados del hospital. Estas mejoras ayudan a potenciar la coordinación y evitar fallos, pues los cirujanos pueden ser avisados por más personas que tengan acceso a las imágenes.
Aparte, pueden contar con el análisis masivo de datos que facilitan las nuevas metodologías de computación, lo que también reduce sus márgenes de fallos. Y, por último, la robotización permite intervenir desde ángulos anteriormente imposibles para los humanos y con unos niveles de precisión óptimos.
La divulgación de estas enseñanzas
Finalmente, la telemonitorización posibilita tanto aprender como intervenir gracias a las imágenes a distancia. Sobre todo, cuando la tecnología 5G se haya expandido más.
En definitiva, la cirugía digital ya está entre nosotros, pero aún tiene un gran recorrido por hacer. Como muestra de esta transformación digital,